Green Marketing: Marcas que piensan en el futuro

Melissa Avila

Green Marketing: Marcas que piensan en el futuro

Si trabajas por cuenta propia -bien eres freelance o tienes una empresa- sabes que necesitas tener una buena estrategia de marketing si no quieres quedarte atrás. ¿Te suena el concepto de marketing verde o green marketing?

Ya no aceptan esos mensajes de “vender, vender y vender y te digo lo que quiero porque total, nadie se va a enterar”. La sociedad cada vez valora más la transparencia de las empresas y su responsabilidad con el planeta y eso, my friend, debes tenerlo en cuenta.

Y ahora te preguntarás: ¿qué tipo de marketing debería hacer? Te lo contamos…

El green marketing se define como la estrategia comercial que busca promover y comunicar los valores reales de una marca y su compromiso real por la sostenibilidad.
Una marca o empresa green busca reducir su huella ambiental, promover el consumo responsable y ser transparente en todos sus procesos. Como ves, va mucho más allá de una estrategia para vender más.

El concepto de marketing verde fue creado en la década de los 80 gracias a la Asociación Americana del Marketing, cuando en la sociedad empezó a surgir una creciente preocupación sobre el impacto del ser humano en el medio ambiente.

Es así como nace el consumidor verde. Una persona exigente que conoce el impacto que tienen sus decisiones, que piensa antes de comprar y que no se deja engañar por la cultura tan extendida del consumo rápido y barato. Aquí te dejamos más información sobre este tipo de consumidor.

Y casi 40 años después, las personas están cada vez más comprometidas con el medio ambiente y saben que su protección es importante para tener una buena salud y mejorar su calidad de vida.

Pero todo esto, ya lo sabes.

Y si has llegado hasta aquí es porque quieres saber cómo puedes hacer marketing verde en tu empresa o marca.

¿Cómo se aplica el marketing verde en una empresa?

Cualquier estrategia de marketing verde o ecológico debe tener las siguientes características:

● Tus productos o servicios tienen que ser cotidianos y funcionales, nada traído de otro planeta o que no tenga utilidad. Por ejemplo, un cepillo de dientes hecho de bambú frente a un cepillo de dientes convencional. El bambú es un material biodegradable y su planta tiene un crecimiento muy rápido, por lo que el impacto ambiental es mucho menor.
● Reduce tus materias primas y tus residuos, reutiliza siempre que puedas y comunícalo en todos los medios digitales que utilices. No solo te ganarás a los consumidores, también servirás de ejemplo a otras empresas.
● Debe existir un equilibrio entre el beneficio ambiental y tu beneficio económico. Una empresa que se compromete con el medio ambiente tiene unos costes iniciales más altos (inversión) y eso se refleja en el precio. Como resultado, tus productos y servicios son de mejor calidad y por lo tanto, valen más que los convencionales.
● Promueve el consumo responsable frente al consumo masivo. Esto puede parecer que te va a perjudicar pero todo lo contrario, estarás demostrando que tienes unos valores firmes y que realmente te preocupas por el planeta. Te ganarás para siempre a tus clientes.
● Impulsa una causa ambiental como la tuya, colabora con proyectos ambientales o sociales y con otras marcas responsables, participa en eventos relacionados con la sostenibilidad, etc. La filosofía de colaborar te llevará mucho más lejos que la de competir y será un valor diferencial para tu marca.

Te puede ayudar hacer una evaluación del ciclo de vida de tus productos ecológicos si es el caso. Y el marketing digital puede ser tu aliado a la hora de ahorrar recursos.
Pero jamás, jamás, hagas greenwashing.

¿Qué NO es marketing verde?

Aquellas empresas que realizan campañas verdes para vender más supuestos productos ecológicos y ganarse a la opinión pública pero siguen contaminando, destruyendo ecosistemas y -en el peor de los casos- esclavizando a sus trabajadores, lo que hacen es greenwashing, que no viene a ser más que un lavado de imagen. Porque hablando claro, les importan un pepino sus consecuencias, solo quieren billetes.

La responsabilidad social corporativa suele ser un ejemplo de marketing ambiental o marketing social, pero que muchas empresa utilizan únicamente en su favor.
¿Y qué me dices de esos productos verdes que no tienen nada de saludables ni de beneficiosos para el medio ambiente? Un ejemplo es el “green marketing” de Coca Cola:

Cada acción que llevamos a cabo está pensada para lograr un impacto positivo y mejorar la reputación de la empresa. Apoyándonos en el diseño biofílico en el lugar de trabajo, trazamos un plan para conseguir relevancia para la empresa al tiempo que cambiamos su filosofía en todos los ámbitos. Pero para lograr dicha transformación en toda la compañía, no solo invertimos en la naturaleza al aprovechar el potencial de la biofilia.

En nuestras actuaciones contemplamos la puesta en marcha de una metodología y una forma de trabajar que acompaña a la empresa en todo momento. No solo hacemos marketing, queremos transformar y hacer más relevantes a las compañías a las que ayudamos.